¿Alguna vez has comido de más en una cena de Acción de Gracias o has comido pollo de aspecto dudoso de un comedor barato? Esa sensación nauseabunda y de enfermedad es muy incómoda. Así se siente ser un perro con estómago sensible. Los estómagos sensibles son un problema bastante común en los perros y pueden ser un problema regular o periódico. Un estómago alterado no es divertido para los perros y aún menos divertido para los humanos que tienen que limpiar el desorden. Para ayudar a calmar el estómago turbulento de tu perro, aquí hay algunas causas y soluciones para lo que puedes hacer si tu perro comienza a sentirse un poco mareado.
Causas y soluciones para un estómago turbulento:
Alergias: Una de las razones más comunes para un estómago sensible persistente son las alergias. Ciertos ingredientes alimentarios pueden causar irritación e inflamación en el revestimiento del estómago, lo que a menudo provoca el rechazo de la comida, manifestado como vómitos, diarrea o saciedad.
Patógenos (bacterias, virus, parásitos): Los perros pueden contraer la gripe estomacal al igual que los humanos. Lo más importante que recordar con un perro enfermo es mantenerlo hidratado. Si están interesados en comer, una dieta con ingredientes altamente digeribles, como pollo y arroz blanco, es la mejor opción.
Cuerpo extraño: Algunos perros simplemente aman probar y comer cosas extrañas. Desafortunadamente, engullir un calcetín o su juguete de cuerda favorito a veces puede llevar a una obstrucción en su sistema GI.
Úlceras: Las úlceras son lesiones en el interior del estómago de un perro. Pueden volverse muy serias, y si ves síntomas más severos como pérdida de peso, encías pálidas, anemia y desorientación, es mejor buscar atención veterinaria.
Enfermedades extra GI: Son cualquier tipo de enfermedad que afecta la función gastrointestinal pero cuya causa raíz se encuentra fuera del tracto GI.
Mensaje para llevar a casa:
Hay muchas causas para un estómago alterado (más de las que se mencionan aquí). Síntomas como vómitos, letargo y diarrea no son divertidos para nadie. El mejor primer paso es asegurarse de que tu perro permanezca hidratado y considerar cambiar su dieta a algo que esté fresco, cocido y sea fácilmente digerible.